Esta noche yo vengo,
a brindar por tus ojos,
escondidos,
tras la reja de tus manos;
y vuelo,
al compás de las cuerdas de mis sentimientos,
vibrantes como yo.
Como yo,
desesperados por verte.
Culpable,
viajo como un soplo,
desde las estrellas,
hasta tu ventana,
en la mano:
un puñado de rimas,
en los labios:
una canción sin dueño,
para cantártela al oído,
aunque no quieras oírme;
está noche.
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